Los Mediadores

Un equipo de resolución de conflictos en el aula se reúne en el instituto después de las vacaciones. Son los mediadores. Sus jóvenes integrantes nos enseñarán métodos para enfrentarse y solucionar los problemas de convivencia en la escuela. Pero también tendrán que abordar sus propios conflictos y encontarles solución. El baile, el canto y las risas serán fundamentales en este aprendizaje.

•Personajes
Ana- Estudiante integrante del grupo de resolución de conflictos en el aula.
Rita-Amiga de Ana y recién llegada al grupo.
Adrián-Estudiante integrante del grupo de resolución de conflictos en el aula.
Martínez el Malote- Estudiante conflictivo.


Los Mediadores
POR MILA OYA

Escena única

Un aula vacía aguarda la llegada de las dos jóvenes protagonistas. Rita asoma la cabeza seguida de Ana.

Rita: ¡Ni un alma! Ni siquiera ha llegado Adrián. Eso que es el tío más puntual que he visto en mi vida. (Entra en el aula y se da una vuelta por ella)
Ana:(Sigue a Rita y busca donde sentarse) Es que todavía es pronto. Quería llegar antes de la hora para ponerte al día.
Rita: ¡Adrián! ¡Ese si que era un chico para ti y no ese impresentable que te dejó plantada! ¡Sabes que en esto no me equivoco nunca! Siempre te digo que Adrián y tu…
Ana: (La interrumpe ya sentada, sacando unos papeles y dejándolos sobre la mesa) Te he preparado un resumen con mis ideas de este año. ¡Ya verás qué estupendas! Me las he trabajado un montón. He leído mucho durante el verano para hacer este resumen.

Ana le tiende a Rita una hoja de papel para que la coja, pero esta que instintivamente había extendido la mano para tomarla, la retira en el último momento y prefiere seguir paseando enfurruñada. A Ana no le queda más remedio que dejarla sobre un pupitre.

Rita: (Resoplando molesta) ¡Pfff! ¡Paso de todo eso, ya te lo he dicho! ¡Me estás estresando una pasada!
Ana: ¡Venga, mujer, no te pongas así! (Le vuelve a tender el folio) Te va a gustar, ya verás. Es muy interesante y muy útil.
Rita:(Deambula enfadada resoplando por el aula y al fin se sienta frente a Ana) ¡Pff! ¡Pff! Creo que ha llegado el momento de que me sueltes la verdad. ¿Qué demonios pinto yo en un grupo de Domadores de jaulas?
Ana: No hagas bromas con esto. ¡Es muy serio e importante! No somos “domadores de jaulas”, si no “mediadores de aula”.
Rita:(Sarcástica) ¿Acaso no es lo mismo? Los domadores tienen que controlar a las fieras y vosotros con controlar a Martínez el Malote ya tenéis tranquilidad en la jaula. Bueno, en el aula. Ji, ji.
Ana: No se trata de controlar a nadie.
Rita: ¿Ni a Martínez el Malote?
Ana: Ni a Martínez el Malote. No es verdad que él sea el origen de todos los problemas. Tampoco hay que exagerar. La mediación trata de solucionar los conflictos en el aula, de gestionar los sentimientos negativos y darles salida de modos controlados.
Rita:(De nuevo se pone en pie resoplando y pasea por el aula enfadada) ¡Pfff! ¡De verdad que me estás estresando un pasadón! ¡Menudo un rollazo que me estás soltando! Ya sabes que todo esto no me interesa un pimiento. Ya lo sabías el año pasado y el anterior. (Se vuelve hacia ella) Por eso te repito la pregunta: ¿Por qué demonios me has traído este año aquí? (Rita permanece callada) ¡Me está entrando tal cabreo que vas a tener que poner en práctica todas esas técnicas para los sentimientos súper negativos y más!
Ana:(En tono conciliador) ¡Venga, Rita, somos amigas! No te pongas así. Ya sé que tu prefieres pasar el tiempo tocando el saxofón.
Rita:(Deja de pasear y se vuelve de nuevo a ella) ¡Y jugar a la play con mi hermano, hincharme de series de ciencia ficción, tirarme en la cama sin hacer nada y disfrutar de mi tiempo libre! ¡Ah, además soy estudiante en este instituto! ¡Ya ves que soy una mujer muy ocupada! Tengo muchas cosas que hacer. (Continúa deambulando)
Ana: ¿De verdad que te molesta tanto contribuir a la paz en el aula, a solucionar los conflictos que vayan sucediendo entre los alumnos?
Rita: (Sin dejar de moverse) ¿Te refieres a los líos entre los alumnos y Martínez el Malote?
Ana: Me refiero a los problemas de la convivencia en general. Esto es muy importante para mi y no es una broma ni un juego. Quiero dedicarme a esto en un futuro. Sueño con que un día pueda evitar todos los conflictos mundiales aplicando mis teorías. ¡Incluso acabaría con todas las guerras! ¿No te parece maravilloso? ¿Acaso te molesta echar una mano para que todo vaya bien?
Rita: (Se detiene en seco y se vuelve a mirar a Ana) Sabes que no solo es eso. Me parecen muy bien todas tus ilusiones. Suenan geniales y al mundo le vendría bien alguien como tu para solucionar tantas injusticias, te lo digo en serio. Pero estoy enfadada porque quiero saber la verdad. Por algún motivo has decidido traerme este año a este grupo.
Ana: Ya te dije que tras las vacaciones de verano me comentaron que quedaba una vacante en el grupo y se me ocurrió que tú…
Rita: (Se sienta frente ella y la interrumpe) ¡Suéltalo ya! ¿Acaso estás depre y necesitas el apoyo de una amiga? (Ana calla y baja la cabeza) ¿Es eso? ¿Es por ese tío que te gustaba y te dejó plantada durante las vacaciones de verano?
Ana:(Levanta la cabeza y ahora está enfadada) ¡No solo me dejó plantada! Ya te dije que estaba con una...(Va a soltar una palabrota pero permanece con los carrillos hinchados y con los labios pegados sin terminar la palabra) que tenía una par de...(Con las dos manos hace un gesto, pero los carrillos siguen hinchados y los labios pegados)
Rita: ¡Lo sé! Con un par de inmensas tetazas.
Ana: ¡Y con un enorme…! (No termina la frase pero representa la palabra con un gesto)
Rita: ¡Lo sé también! Con inmenso canalillo.
Ana:(Furiosa) ¡Qué no dejaba nada a la imaginación!
Rita: Entonces ¿Es eso? ¿Estás depre por culpa de ese tío y necesitas el apoyo moral de una buena amiga?
Ana: (De nuevo baja la cabeza y guarda unos segundos de silencio) ¿Tanto te enfada que te haya traído? (Pregunta al fin)
Rita: ¡Claro! ¡Y que no me cuentes la verdad! Eso me enfada muchísimo. ¡Somos amigas! Deberías confiar en mi. No solo me enfada, me hace daño.
Ana: ¿Entonces te sientes enfadada y herida?
Rita: ¡Eso es lo que he dicho! ¿Ya estás utilizando tus estrategias de gestión de conflictos para desactivar mi rabia? (Molesta)
Ana: Quiero arreglar las cosas contigo y ahora que ya me has contado los motivos del conflicto, conocer tus sentimientos es el segundo paso.
Rita: (Sarcástica) Pues ya lo sabes. ¡Conflicto! Dos puntos: No quiero estar aquí y me molesta tu falta de confianza. ¡Sentimientos! Dos puntos: Enfadada y dolida. Y ahora qué. ¿Cómo piensas solucionar esto? ¿Serás sincera conmigo de una vez por todas? A ver, impresióname con el paso tres.
Ana: El paso tres es buscar soluciones.
Rita: Pues es muy sencillo, cuéntame la verdad.
Ana: (Baja la cabeza, permanece en silencio unos segundos y al fin masculla) Es que no puedo.
Rita: No lo entiendo. ¿Por qué? ¿Cómo pretendes solucionar el conflicto con esa actitud?
Ana:(Se mantiene unos segundos en silencio, pero al final se decide) ¡Tienes razón!
Rita: (Se pone en pie de un salto) ¡Aleluya! ¡Me das la razón! Este sistema tuyo de resolución de conflictos me mola.
Ana: Debería de contarte la verdad y lo haré, te lo prometo. Pero ahora no puedo.
Rita: (Regresando al asiento frente a Ana) Pero ¿por qué?
Ana: Porque me ha dolido mucho lo del tío ese que me se largó con la “otra” y todavía no estoy preparada para contarte más. Hablar de ello me haría más daño. Si tienes algo de paciencia… Por nuestra amistad.
Rita: (Se pone en pie, comienza a pasear y dice sarcástica) Muy chachi este sistema tuyo de resolución de conflictos. Ahora más que enfadada y dolida estoy asustada. ¿No estarás embarazada?
Ana: ¡Qué dices! ¡Estás chalada! No es nada de eso. Solo que me siento muy abatida y necesito el apoyo de una amiga, como tu misma has dicho. Por eso estás aquí. ¿Te vale por el momento? ¿Damos por concluido el conflicto? Ya te he dicho que te lo contaré todo un poco más adelante.
Rita: (Resopla y regresa a su asiento) ¡Está bien! Lo doy por resuelto, pero momentáneamente. Volveremos al asunto más adelante. Ahora solo estoy inquieta, digámoslo así.
Ana:(Le tiende de nuevo el folio) ¡Es genial! Y también lo es que utilices palabras diferentes para definir tu estado. Es otra de las ideas que he traído este año: Lista de sentimientos. Puedes verla ahí. He reunido 235 sentimientos diferentes para identificar el estado de una persona.
Rita: (Estudiando el papel) ¡Pff! ¡Qué estresante! ¿Y qué hay del sencillo: me siento bien y me siento mal?
Ana: Para la resolución de conflictos es mejor profundizar un poco más en los sentimientos. (Ana percibe incredulidad en Rita) ¡Funciona! Te lo prometo. Ya viste como nosotras hemos llegado a un acuerdo.
Rita: ¿Así que sí que has utilizado tu sistema conmigo? No sé si cabrearme por ello. (Consulta la lista) ¿Está “cabreada” en la lista de sentimientos o puedo añadir un sentimientos 236?
Ana: ¡Claro que he utilizado mi sistema contigo! Lo llamo: CONSENSO.
Rita: O sea, el ponerse de acuerdo de toda la vida.
Ana: No. Es CONSENSO en plan nemotécnico. ¿Sabes lo qué es?
Rita: Sí, ese rollo de hacer una palabra con las iniciales de otras para recordarlas mejor.
Ana: Pues eso. CONSENSO. Conflicto, Sentimientos, soluciones. Primero identificamos el conflicto, después ponemos en común nuestros sentimientos, y para finalizar buscamos soluciones.
Rita:¡Pfff! ¡Es lioso!
Ana: ¡Nada de eso! Es sencillo y por eso hemos venido antes que los demás. Quería que te aprendieras alguna de las técnicas que utilizaremos este año. Para que a nadie le extrañe que estés en el grupo.
Rita: A nadie más que a mí, querrás decir.
Ana: No seas quisquillosa. Reconocerás que es sencillo y muy útil. No solo para buscar la paz en el aula, también para tu vida cotidiana. Identificar el conflicto, identificar los sentimientos que produce y buscar soluciones. A ver, repite conmigo. CONSENSO: Conflictos, Sentimientos, Soluciones.
Rita: (Se pone en pie) ¡Pffff! ¡Vale! Vamos allá. (Se acerca al público y les anima a repetir con ella al unísono) CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES.
Ana:¡Ya vale! Parece que ya te lo has aprendido.
Rita: Y ahora vendrá el castigo o los trabajos forzados, o un rollo así. ¿No es verdad?
Ana: ¡Nada de eso! Los mediadores no estamos para castigar a nadie, y mucho menos con trabajos forzados, por supuesto. No es cuestión de buscar culpables, es cuestión de pacificar el aula, mejorando la comunicación entre alumnos y también profesores, promoviendo la colaboración y la tolerancia con los diferentes. Y cuando todo esto no funcione y se presente un conflicto….(Ana mira a Rita animándola a terminar la frase)
Rita: ¡Lo pillo! (Se vuelve hacia el público y repite) CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES.
Ana: ¡Perfecto! ¡Ya lo tienes! Ahora vamos con el punto siguiente.
Rita: (Se vuelve hacia su amiga con el folio en la mano y se siente) ¿No me harás repetir los 236 sentimientos?
Ana: Son 235.
Rita: 236. No está el súper cabreo que me estoy pillando.
Ana: Por el momento vamos a dejarlos a un lado. Solo que te quede claro que identificar los sentimientos es vital.
Rita: ¡Pfff! Vale, lo pillo. ¿Y ahora qué?
Ana: Nos concentraremos en la técnica para liberar los sentimientos negativos una vez identificados.
Rita: (Sarcástica) Muy negativos. Los tengo muy bien identificados.
Ana: Es importante esperar un poco a que la tensión se rebaje, o sea, calmarse un poco.
Rita: El viejo truco de contar hasta 10, vaya.
Ana: O hasta cien, tal vez, relajarse, incluso intentar reírse. Y después, es importante expresar los sentimientos ante la persona responsable de ellos. La que nos los produce.
Rita: (Todavía sarcástica) Pues allá voy. Cuento hasta 10. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Me relajo. (Dice dejando bailar los brazos como muestra de relajación) Suelto una carcajada. JA JA JA. Y te lo suelto: creo que la culpa de todo la tienes tú por fijarse en un tío petardo que te ha dejado por otra, en lugar de por ejemplo….

La frase de Rita queda en suspenso porque en ese momento aparece Adrián en escena.

Rita:(Mirando a Ana dejándole claro que era el nombre que estaba a punto de decir) ¡Adrián! ¡Qué entrada más oportuna!
Adrián: ¡Hola, chicas! (Se dirige a un pupitre cercano a Ana y lo ocupa sacando sus cosas)
Rita: ¡Hola, Adrián! ¿Qué tal de vacaciones?
Adrián: (Mira de reojo a las chicas y sin apartar la cabeza de sus papeles los va ordenando sobre la mesa) Bien, bien. Cortas, como se dice. Y qué sorpresa tu por aquí, Rita. Nunca has formado parte del grupo de solución de conflictos en el aula.
Rita: Estoy aquí para ayudar a...(Rita miraba hacia su amiga, pero esta le lanza una pelotita de papel con furia y niega con la cabeza, indicándole que no hable de ella) … para ayudar a la paz en el mundo. Bueno, no tal vez en todo el mundo…. En una parte, claro. Aquí para ser más concretos.
Adrián: (Se ríe) Eso está bien. Toda la ayuda es necesaria. De hecho he traído unas nuevas ideas que tal vez os interesen. (Mira a Ana de reojo, pero esta no lo mira, está escribiendo en un cuaderno) Están aquí. (Deja una hoja sobre la mesa)
Rita:(Se pone en pie de un salto y se aproxima al público) ¡No me digas más! Está me la sé. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES. CONFLICTOS, SENTIMIENTOS, SOLUCIONES.
Adrián: ¡Vaya, has hecho tus deberes! Identificar el conflicto, identificar los sentimientos y buscar entre todos soluciones. ¡Te lo sabes muy bien! ¡Eres grande! ¡Eres muy lista!
Rita: (Sonríe satisfecha y le susurra a su amiga) ¡Este es un tío amable! ¡Perfecto para ti!
Ana:(Masculla molesta) ¡Cierra la bocaza!
Adrián: Pero mi estrategia de paz en el aula es para otro asunto. He ideado un plan en caso de pelea en el patio. Rita: ¡Vaya, qué interesante! (Con picardía a su amiga) ¿A qué es muy interesante, Ana? ¿No lo encuentras interesante? Y muy inteligente, además.
Ana:(Murmura molesta) ¡Déjalo ya!
Adrián: Lo voy a proponer como actividad en inglés y en educación física para la fiesta de Navidad. Una vez todo el instituto lo haya aprendido cualquiera podrá ponerlo en marcha para detener una pelea cuando se desate en el patio o en el aula.
Rita: ¡Si además es listo como un premio nobel! (Con retintín a Ana) ¿No estás de acuerdo conmigo, Ana?
Ana: (Masculla furiosa) ¡Pffff! Voy a empezar a resoplar como haces tú todo el tiempo.
Rita: ¿Y en qué consiste el plan de Adrián? ¡Hasta rima y todo! (Mirando a Ana)
Adrián: (Se dirige a Ana tendiéndole un papel, pero como esta no lo mira y hace como si escribiera en un cuaderno, se vuelve hacia Rita) La idea es que nadie mire para otro lado y mucho menos colabore cuando haya una pelea en el aula o en el patio o un acto de bullying.
Rita: O sea, contra el tradicional: ¡Te pego una leche! O ¡Te robo la pasta para el bocata!
Adrián: (Sonríe) No vas desencaminada. Más o menos eso. ¿Conoces la canción de Thriller de Michael Jackson? Toma, aquí tengo la letra. Mi plan es que tan pronto se monte una pelea en el patio, todos los que estén cerca organicen instantáneamente este flashmod, o sea, esta coreografía, alrededor de los que pelean. ¡Es muy divertido! Ya verás. Tú canta y da palmas que yo bailo.

Adrián se pone en pie y se sitúa frente al público. Mientras Rita canta el estribillo de la canción y sigue el ritmo con las palmas, él da varios pasos al ritmo de la música y mueve los dos brazos de un lado a otro como en la coreografía de Thriller. Da dos vueltas sobre si mismo, mueve los brazos del lado a otro en plan zombie y termina de rodillas en el suelo. Entre el público se habrá repartido previamente la letra de la canción.

Rita: (Termina de cantar y aplaude encantada) ¡Bravo, bravo! ¡Fantástico!