16-2-2007 ¡Olas y frío! ¡Hemos perdido el rumbo! La situación es desesperada. Nos hemos visto envueltos en una terrible tempestad y no sabemos cómo salir de ella. Nuestro navío TORMENTA va a la deriva entre colosales icebergs que amenazan con echarnos al fondo. La situación es tan crítica que a nuestra apitana Elisabeth no le ha quedado más opción que nombrar a un astreador Total para que le ayude enderezar el rumbo de nuestro navío. ¿Podrá el Rastreador arrancarnos de la tormenta? ¿Conseguirá enderezar el rumbo de nuestro navío? Todos ansiamos recuperar la ruta que nos lleve a la victoria. ¡Esperamos acontecimientos!

   23-2-2007 ¡La suerte nos sonríe! ¡Por fin un nuevo arinero Total, Manuel, se ha enrolado en la tripulación del TORMENTA. Con la pericia del mejor navegante, el arinero Total, Manuel, se ha aferrado con fuerza al timón, luchando denodadamente por arrancarnos de las fauces del vendaval. El viento ruge furioso, pero el marinero se mantiene firme. ¿Conseguirá enderezar el rumbo? ¿Logrará vencer a la tempestad? Todos le mandamos apoyo. Confiamos en él. ¡Ojalá gane esta peligrosa batalla!

   26-2-2007 ¡Largad velas! ¡Todo el mundo atento! Una nueva arinera Total, Elisabeth, navega viento en popa a toda vela por los mares de los aseos. La singladura se ha desarrollado sin incidentes. La nueva arinera Total, Elisabeth, ha resultado ser una magnífica navegante. Ignorando los peligros del mar, sin importarle los riesgos de la travesía, ha conducido nuestro navío, TORMENTA, sin que le temblase el pulso hasta mares más conocidos en busca de nuevos marineros. Una dársena bermellón nos ha proporcionado cobijo. ¿Retomaremos pronto la travesía? ¿Conseguiremos ir aumentado la velocidad? Si encontramos tantos bravos marinos como hasta el momento, no tenemos ninguna duda, ¡triunfaremos!

   2-3-2007 ¡Volamos sobre las olas! A una velocidad trepidante nos hemos internado mar adentro. Atrás queda la dársena bermellón. Un nuevo arinero Total llamado, César, se ha puesto al timón a bordo del navío TORMENTA con la voluntad clara de avanzar en dirección a nuestro destino. Estamos decididos a llenar nuestro navío con las más fantásticas aportaciones y a llegar al final de esta singladura antes que cualquier otro buque. Nuestro arinero Total, César, espera ansioso localizar nuevos marineros para que la fabulosa velocidad que hemos alcanzado no se reduzca. ¿Seremos capaces de mantener el ritmo de nuestra singladura? ¿Llegaremos los primeros a la meta? Confiamos en la tripulación. ¡Nuestros marineros totales son los mejores!

   5-3-2007 ¡Ya nada podrá detenernos! Avanzamos viento en popa a toda vela. Un intrépido nuevo arinero Total llamado, Manuel, se ha puesto al timón con decisión. Sin dudar ni un instante, ha conducido nuestro navío TORMENTA a través de un terrorífico mar de lava incandescente. A pesar de las dificultades y del terrible cambio de temperatura, el arinero Total, Manuel, se internó en los mares helados del Ártico. Cerca del pico de las construcciones aguarda ahora nuestro navío a un nuevo Marinero Total. Aunque las provisiones comienzan a escasear, confiamos en los nuevos tripulantes. ¿Aguantará nuestro navío esta trepidante singladura? ¿Podremos aprovisionarnos pronto de víveres y aparejos? Aguardaremos hasta descubrirlo.

   7-3-2007 ¡La suerte nos sonríe! Superado el primer mes de navegación las provisiones comenzaban a escasear y la travesía estaba en peligro. Pero afortunadamente una Rastreadora-Reparadora Total, llamada, Mónica, ha realizado su tarea de revisión y reparación con nota. Por lo tanto gracias a la Rastreadora-Reparadora Total, Mónica, estamos preparados para afrontar el segundo mes de aventura y estamos listos para embarcar, en nuestro navío TORMENTA, los suministros tan pronto lleguen. ¿Encontraremos marineros suficientes para subir a bordo la carga? ¿Conseguiremos mantener nuestro buen ritmo de navegación? Todos pensamos que sí. ¡Queremos ser los primeros en llegar al final con las bodegas cargadas hasta los topes!

   15-3-2007 ¡Ya han llegado los víveres! Estamos esperanzados. Tal vez ahora podamos ir algo más deprisa. Un nuevo arinero Total, llamado Gabriel, ha embarcado con ese fin. Nos resta todavía un mes y medio de ruta y debemos llenar nuestro navío, TORMENTA, hasta los topes. Esperamos que el arinero Total, Gabriel, abandone el navío en un lugar donde rápidamente lo encuentre otro marinero. Es la única oportunidad que tenemos de incrementar la velocidad. ¿Alcanzaremos al fin la velocidad de crucero o seguiremos avanzado a paso de tortuga? ¡Pronto lo sabremos!

   28-3-2007 ¡A punto hemos estado de naufragar! Por fin una nueva arinera Total, llamada Daniela, ha aparecido en nuestro navío, TORMENTA. En el último momento la arinera Total, Daniela, nos ha salvado del naufragio. Ha tomado el timón con valentía y esperamos que muy pronto abandone el navío en un lugar repleto de marineros. ¿Ha pasado realmente el peligro, o por el contrario, no tardaremos en naufragar? Tendremos que aguardar para averiguarlo.

   1-4-2007 ¡Ha llegado el último mes! Nuestra singladura está a punto de rematar. El ancla se hundirá en las profundidades del último puerto y nuestro navío habrá concluido su navegación. Entonces un Guardacostas tendrá que decidir sobre nuestra aventura. La inquietud se palpa entre la tripulación. La Capitana permanece atenta a cualquier suceso que ocurra a bordo. Sabe que tenemos que llenar hasta los topes nuestra bodega de aventuras para vencer. Aún estamos a tiempo. ¡Que nadie baje la guardia!

   16-4-2007 ¡Ya tenemos Guardacostas Total! Nuestra capitana ha nombrado a Loli como uardacostas Total. Cómo último tripulante de nuestro navío, TORMENTA, ha cumplido su misión de interceptar a la Marinera Total, Daniela. Ahora solo resta el veredicto. La uardacostas Total Loli, deberá determinar si esta aventura ha sido un éxito o un fracaso. El fin ha llegado. Todos los tripulantes están expectantes. Todos deseamos celebrar una gran fiesta de victoria. ¡Ojalá podamos disfrutarla!

   20-4-2007 Soy Loli, uardacostas Total, y he pegado el sello de clausura verde en el navío TORMENTA. La aventura ha sido un gran éxito, y aunque hemos vivido terribles jornadas de tormentas, viajado por mares embravecidos y padecido , en ocasiones, extrañas enfermedades que desconocíamos hasta el momento, la satisfación entre la tripulación es general, por lo que hago entrega del navío a la capitana Elisabeth.