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Noche de difuntos |
Noche de Difuntospor Mila Oya•Ebook en pdf de 48 minutos aprox. •Lee aquí gratis 25 minutos aprox. •Sinopsis
Tres chicas y tres chicos cambian una divertida fiesta de disfraces la noche de difuntos por una terrorífica excursión nocturna al cementerio, llevados por motivos muy diferentes. Tal vez las muchachas se hayan dejado arrastrar por algún chico. Tal vez los chicos se hayan dejado arrastrar por miedo al ridículo. Sean cual sean los motivos, tendrán que compartir una fría y oscura noche con las tumbas del campo santo y con un aterrador fantasma que les hará pasar mucho miedo.
•Personajes: Nini - La extranjera, alemana de intercambio. Lola- La cabecilla del grupo. Le gusta Matías y es la prima de Nano. Eva- La amiga de Lola y le gusta Nano, el primo de su amiga. Matías- El amigo de Nano. Nano- Amigo de Matías, primo de Lola. Manolón- El grande, musculoso, algo bobalicón y amigo de Nano. Le gusta Lola, pero no es correspondido. Tres hombres de negro. por Mila Oya El escenario está totalmente a oscuras cubierto por una pesada niebla. Es de noche y estamos en un cementerio, aunque no se vea nada todavía. Un punto de luz aparece en escena. Es una linterna que avanza lenta y sigilosamente en la oscuridad alumbrando el suelo. Otro punto de luz se asoma ahora y sigue al anterior. Una tercera linterna hace su aparición en escena. De repente, la primera luz se detiene. Entonces las dos personas que la siguen tropiezan y gritan. La primera persona se gira y se queda frente a frente con la que le sigue. Ambas elevan las linternas hasta el rostro y cada una alumbra la cara de la otra persona. Se ven sus rostros maquillados como brujas y monstruos y ambas gritan asustadas por tan terrorífica indumentaria. Abre la marcha Lola, le sigue de cerca Eva y cierra la procesión Nini. Lola-(Enfocando con la linterna a Eva que grita asustada) ¡Calla, que soy yo, Lola! ¿A caso no me has reconocido? Eva- (Deja de gritar y susurra) ¡Qué susto me has dado! Sí, claro que te reconozco, pero… ¡Estás horrorosa, chica! Lola- Muy amable. (También susurrando) Nini no calla y se acerca a las dos chicas con la linterna en la mano. Nini- ¿Calla yo también o hay gritar siguiendo? (Pregunta con acento extranjero y en voz bien alta.) Lola- Sí, por favor. No necesitas “gritar siguiendo”. Nos callamos todas, será mejor así. Y después hablamos bajito. ¿Lo pillas? Bajito. Ba-ji-to. (Murmurando) Eva- (Con cierta preocupación) No vayamos a despertar a los muertos. Lola-¡Déjate de bromas, Eva, que era lo que nos faltaba! Nini deja de gritar y saca de un enorme bolso negro una inmensa luz que deposita sobre una lápida, alumbrando así todo el escenario que queda en penumbra. Nini-(Observando las lápidas antes de sentarse cómodamente sobre una.) Lugar divertido para grande fiesta tradicional. ¿No? (Ella nunca susurra) Lola- Eso mismito. Fiesta grande y tradicional. (En voz baja) Nini- ¿Tiempo de descanso? o ¿tiempo muerto? ¡Ja ja ja! (Pregunta sentándose sobre una lápida) Eva- (Asustada susurra) ¡Por Dios, Nini! ¡No! ¡No te sientes sobre las tumbas! ¡Esto es una locura! (A Lola) ¿No crees que deberíamos largarnos cuanto antes? Lola- No te preocupes, Eva, que nadie va a despertarse para molestarnos. Eva- Pero no debería sentarse sobre las tumbas. ¿Y si están viejas y se vienen abajo? ¡Sería espantoso! ¡No quiero ni imaginarlo! Se caería en la tumba sobre el muerto. ¡Qué asco! Lola- ¡Déjalo ya, mujer, que ninguna tumba se va a abrir! ¿Verdad, amiga Nini? Nini- Nini no tumba no. Mejor que tumbo siento. Eva- Tumba, siento… -¡Esta chica me va a volver loca! ¡Hay que pirarse de aquí! (A Lola) Lola- Yo no pienso marcharme, ya te lo dejé muy claro, hasta que encontremos a Matías y a los otros. (Siempre hablando en bajo) Eva- ¿Lo has pensado bien? Deberíamos de estar en la fiesta de disfraces. Tenía pinta de ser muy divertida. (Enfoca el cementerio en penumbra y repleto de niebla) Cualquier cosa sería mejor que esto. Hace frío, es de noche y para tu información nos hemos colado en un cementerio. No creo que nos felicitaran por esto. ¿Por qué no volvemos a la fiesta? ¡Venga! Seguro que tu primo Nano regresará muy pronto y con él vendrá tu Matías y así nos ahorramos esta horrorosa y estúpida excursión nocturna. Lola- ¡Estas muerta de miedo! ¡Te da miedo un cementerio! (Burlándose) Eva- ¡Toma! ¡Y a ti! Si no fuera por “tu Matías” no ponías un pie en un cementerio a media noche ni borracha. Somos amigas de toda la vida, así que no me vengas con cuentos de valentía que te conozco y he visto tu valor ante una arañita diminuta. Lola- Tienes algo de razón. (Contemplando a Nini que está tranquilamente sentada sobre una lápida) Deberíamos aprender de nuestra amiga alemana de intercambio. Mírala que ricamente está pasando la noche. Eva- ¡Ya! Cualquier cosa por una “grande fiesta tradicional”. Lola- (Mueve la linterna a lo largo del escenario) No creo que tardemos en dar con ellos. Eva- ¿Pero qué dirección tomamos? No vamos a estar deambulando toda la noche sin rumbo entre las sombras. Este es un cementerio grande y de verdad que estoy tiritando. ¡Hace frío y estos disfraces no abrigan nada! Lola- (Dice entre dientes) Tal vez no tirites de frío, Eva. Es posible que todo sea por miedo al fantasma. Eva- (Aterrada) ¿De qué fantasma hablas? ¡No me dirás ahora que este cementerio tiene un fantasma y todo! Nini- ¿Fiesta grande tradicional de fantasma? Lola- (A Nini) Sí, sí. Muy tradicional, y muy de fantasma. Eva-(Asustada) ¡O sueltas ahora mismo lo del fantasma o me largo! No quiero tener nada que ver con espíritus malignos y cosas de esas. (Moviendo la linterna en todas la direcciones preocupada) Lola- Venga, no te lo tomes así. No será nada. (Aunque no parece muy convencida) Se lo oí a Matías cuando abandonaban la fiesta. (Susurrando). Es un reto de esos de valor. Ya sabes. Para demostrar lo machotes que son. Eva- ¿Pero qué me dices? ¿Van en busca de un fantasma de verdad? ¿Es que hay un fantasma en el cementerio al que se quieren enfrentar? (Temblando de miedo) Nini- (Escucha tranquilamente sentada sobre la tumba) ¡Fantástica fantasma fiesta de cementerio tradicional! Lola- (Hacia Nini) Sí, sí, lo que tú digas. (A Eva) Será todo mentira, como siempre. (No parece muy convencida) Un bulo de esos que corren normalmente por el insti. Pero claro, mi primo Nano no podía negarse. Pensarían que es un cobarde y eso ningún tío puede soportarlo. Se convertiría en el hazmerreír de todos sus amigos. Así que los tres: Matías, Nano y su fiel escudero Manolón se han apuntado a una “terrorífica excursión nocturna al cementerio”. Nini- ¡Terrorífica excursión gran fiesta fantasma tradicional! Lola- ¡Y dale! ¡Qué sí! ¡Fiesta tradicional! (A Eva) Yo creo que si vamos por ahí (Señala un rincón del escenario con la linterna) los encontraríamos enseguida. Pienso que llegaríamos al centro del cementerio. Eva-Pues yo creo que deberíamos largarnos. Aquí no pintamos nada. Nini- ¡No marchar sin fantasma fiesta tradicional! Eva- (A Lola) ¿Es que estos alemanes no se cansan nunca de fiestas? Y después dirán que somos nosotros. Lola- Sigamos un poco más, por favor. Si en unos minutos no los hemos encontrado, regresamos a la fiesta de disfraces. ¿Te parece? Eva- (Se lo piensa un segundo y entonces comienza a canturrear entre dientes) ¡Lógico que salga mal, lógico que salga mal! Lola- (Furiosa) ¡No empieces con eso! Nada va a salir mal. Además, ¿no habíamos quedado en que las canciones de Mano de topo quedaban proscritas para siempre? Es un grupo horrible y ninguna de nosotras iba a cantar nunca más ninguno de sus temas. Eva- Es que ahora viene al pelo. Nos vamos a meter en un lío. Está claro que es lógico que esto salga mal. Lola- ¡Déjate de canciones chorras y de grupos horteras y no te me pongas cenicienta! Eva- A tu primo Nano le gusta mucho Manos de topo. Lola- Ya, por eso te has saltado el pacto y has vuelto otra vez con esa estúpida cancioncilla. (Con ironía) ¡Mi primo Nano! ¡Cómo hace que te palpite el corazón! Eva- (Molesta) ¡Mira quién habla! La que nos arrastra en plena noche a un cementerio solo porque el idiota de Matías quiere demostrar que es todo un “machote”. Debería darte vergüenza perseguir a un tío y sobre todo si es como este. Ni que fueses una mujer desesperada de esas que no pueden vivir sin un hombre a su alrededor. Lola- (Molesta por el comentario) Pues yo te veo aquí conmigo, persiguiendo también al chico que te gusta, eso que creo que pasa de ti un pelín. Eva- (Enfadada) ¡Yo no estoy aquí persiguiendo a un hombre a la desesperada como si no pudiese decidir mi vida por mi misma! Para tu información, no soy de esas. Yo estoy aquí apoyando a una amiga que ha perdido la cabeza por un bala perdida, como diría mi abuela. Lola- ¡No te metas con Matías! ¡No es un bala perdida o eso que dice tu abuela! Solo un poco bocazas, a veces, solo a veces. Eva- (Entre dientes) Siempre que no esté durmiendo. Nini- ¡No dormir! ¡Mejor fiesta fantasma tradicional con música graciosa! ¡Lógico qué salga mal, lógico que salga mal! Lola- (A Eva) ¡Mira lo que has hecho! Ahora nos dará la tabarra con la cancioncilla toda la noche. ¡No soporto a ese grupo por mucho que le encante a mi primo! Seguro que Matías lo aborrece. Es que Matías es un cielo, a pesar de lo que todos dicen. Eva- (Atónita) ¿Matías? ¿Un cielo? ¿Hablas del Matías que todos conocemos? ¿El que montó una rifa de una consola, sin consola, para quedarse con todo nuestro dinero o hablas del que vendió todo el material del gimnasio para quedarse con la pasta y después simuló un robo de gente ajena al insti? ¡Pero si va camino de ser un delincuente! Lola- ¡Hala! ¡Tú siempre igual! ¡Qué exagerada! Es verdad que metió un par de veces la pata, pero si fuera como tú dices Nano no andaría siempre pegado a él. Todos me dan la paliza recordándome lo “estupendo y ejemplar” que es mi primo y mis padres los primeros: “A ver si aprendes de Nano, que es tan responsable, que saca tan buenas notas, que sabe tanto de todo…” (Burlándose) Eva- Eso era antes y tú lo sabes. Desde que tu tío el arquitecto perdió el empleo, ya nada es igual en su casa y con lo de su madre están pasándolo fatal. Todo el mundo lo sabe. Y tú estás mucho más enterada que yo. Lola- Pues me estás dando la razón. Si puedes justificar la rebeldía de Nano porque su padre está en paro desde hace unos cuantos meses y su madre está tan pachucha, ¿por qué no justificas igual la de Matías, huérfano de madre y con un padre parado desde que se inventó la tos? Eva- Porque en el insti hay muchas chicas y chicos que lo están pasando mal económicamente y no se dedican a robarnos a los demás. Lola- Tú siempre tan estricta y llevándome la contraria en todo. Eva- Para eso somos amigas ¿no? ¿No esperarías que te dijese a todo que sí como si quisiese dorarte la píldora? Me tengo por una buena amiga. Lola- (Entre dientes) Por eso te aguanto. De repente se oye el ulular de un búho. La conversación se interrumpe. Eva y Lola se abrazan asustadas mientras Nini permanece tranquilamente sentada sobre una lápida. Eva- (Temblorosa) ¿Qué, qué, qué, qué, ha sido eso? Lola- (Igualmente asustada) No, no, no sé. Eva- (Musitando) Será el, el, el, el…. Lola- Fan, fan, fan, fan… Nini- (Sin temor alguno) ¡Estupendo, fantasma fiesta tradicional! ¡Bueno música! Eva y Lola-(Al unísono y todavía abrazadas.) ¡Ptss! ¡Calla! Se escucha entonces a lo lejos un golpe fuerte y seco. Las chicas, exceptuando a Nini que continúa sentada tranquilamente, vuelven a temblar y se abrazan más fuerte. Eva- ¿Y ahora qué ha sido eso? ¿Lo has oído? Lola- (Musitando) Sí, claro que lo he oído. Nini- ¿Fiesta invitados? Lola- (Susurrando) A lo mejor la alemana tiene razón y son los chicos que andan por ahí. (Alumbra con la linterna un lateral del escenario) Eva- (Sin soltarse de su amiga) ¿Y si te lo piensas mejor y nos vamos? Nini- (Se pone en pie sonriente y decidida) ¡Eso! Nosotras vamos con fiesta invitados. (Y comienza a caminar hacia el lugar donde Lola alumbró con la linterna) Lola- (Intentando parecer valiente se libra del abrazo de Eva) ¿No te da vergüenza que Nini sea más valiente que nosotras? ¡Deberíamos de seguirla! ¡Por ahí ha sonado el golpe! Seguro que son ellos. (Se dispone a seguir a Nini) Eva- ¡Espera, por favor! ¡Está bien! Te sigo a ti y esa loca de Nini que no es que no tenga miedo, es que no se entera de nada. Nini- (A punto de salir de escena, se vuelve hacia las chicas) ¡Por aquí la fantástico gran fiesta fantasma tradicional! Lola- ¡Lo que tú digas, chica! (La sigue) ¡Estás como una cabra! Eva-(No le queda más remedio que seguir a las demás y murmura entre dientes) Con tanta fantasma fiesta tradicional, lógico que salga mal. ¡Lógico que salga mal! Las tres abandonan la escena. Las luces se apagan y el escenario permanece totalmente a oscuras y repleto de niebla. Entran tres linternas en fila india en el escenario repleto de niebla y absolutamente a oscuras. Avanzan hasta el centro de la escena. Entonces se escucha el ulular de un búho. Las linternas se detienen y sube la luz del escenario. El personaje que abre la marcha se vuelve y alumbra los rostros de los chicos. Todos están disfrazados de monstruos diferentes. Matías recorre con la linterna la cara de los demás. Nano le sigue de cerca y cierra la marcha Manolón. Es Nano quien alumbra a su vez el horrible rostro de Matías. Matías- ¿Habéis oído eso? (Pregunta muy misterioso) Nano- ¡Solo es un búho! ¡Nada más! No me digas que pretendías que me asustara de un búho. Matías- Quizá no haya sido un búho. Es posible que sea la voz del fantasma. (Dice intentando asustar a los demás) Del fantasma terrible y peligroso que dicen que habita en este cementerio. Nano- ¡Ya, Matías! ¡Tú siempre igual! Matías- Un fantasma terrorífico que arrastra una terrible maldición y con ganas de sangre y de devorar carne joven y sabrosa, como por ejemplo (Ilumina con la linterna al enorme Manolón) la tuya, Manolón. ¡Menudo un banquete que se daría contigo! Manolón- (Mirando a un lado y al otro asustado trata de disimular) No creas que me vas a impresionar con un fantasma por más terrorífico que sea. Si él tiene hambre, yo tengo más. Nano- (Le da un golpe en la espalda a Manolón y este se lleva un susto de muerte) ¡Así se habla, chaval! (Se vuelve a Matías) Ya ves, Matías, que no va a ser fácil asustarnos y menos si el fantasma ese del que hablas no da señales de vida. Yo voto por regresar a la fiesta. Esto se está haciendo aburrido. ¡No hay quien se trague la historia del fantasma! Matías- (Esforzándose por meterles miedo les habla en susurros y con tono siniestro) Os aseguro que el fantasma existe y deambula por este cementerio cada noche con terribles intenciones. Hay quien dice que levanta las tumbas y devora los restos de otros cadáveres que no hay tenido la suerte de resucitar como él. Porque está dominado por el ansia de venganza. Se cuenta que fue un preso encarcelado por delitos menores, pero que por problemas con la justicia jamás consiguió salir de la cárcel y murió entre rejas, cuando otros delincuentes condenados por delitos mucho más graves, porque eran ricos o poderosos, salían a la calle mientras él se pudría en el trullo. Por eso cuentan que camina arrastrando cadenas y rugiendo como una bestia, solo movido por sus ansias de devorar carne putrefacta y con la esperanza de encontrarse un ser vivo, tierno y joven que le ayude a mejorar su dieta nauseabunda y a completar su venganza contra la humanidad que tan cruelmente lo trató en vida. El olor que desprende…. Nano- ¡Creo que ya es suficiente! Es una historia ridícula. Tal como te prometimos, hemos venido al cementerio, hemos dado todas las vueltas que has querido y aquí no ha pasado nada. Ni nos hemos muerto de miedo ni nos hemos topado con ese chorizo de poca monta convertido en fantasma. Aquí ya no queda nada más que hacer. Lo mejor será marcharnos y regresar a la fiesta. Manolón- ¡Voto por eso! La fiesta estaba muy animada y también estaban las chicas. Nano- ¡Ya! Y entre ellas mi primita, ¿verdad? (Burlándose un poco de Manolón) Manolón- (Colorado como un tomate, murmura molesto) Mejor estar con Lola que dando vueltas por un cementerio buscando un fantasma que no existe. Nano- Yo también voto por regresar. Así que son dos votos contra uno. ¡Nos largamos! Manolón- (Sonríe aliviado) ¡Apoyo la moción! ¡Nos las piramos! Se disponen a salir de escena, mientras Matías se estruja las manos pensando en cómo detenerlos. Matías- ¡Nano, Manolón! ¡Esperad! (Corre hacia ellos y se interpone en su camino) ¡Os juro que es importante que nos quedemos! ¡Es una gran oportunidad! Nano- ¿Se puede saber de qué hablas? ¿Qué gran oportunidad es esa? Matías- (Se lo piensa un rato buscando respuesta. Al fin la encuentra.) Pues la de ser testigos de la aparición de un fantasma de verdad. Manolón- (Musita) Tú sí que eres un fantasma de verdad. Nano- Creo que se te está yendo la olla. (Ilumina el cementerio a su alrededor) Aquí lo único que da miedo son vuestros disfraces que acojonan de verdad. Pero de fantasma vengador y terrorífico de sábana y cadenas, aquí no hay ni rastro. Tanto Nano como Manolón intentan retomar el camino de la salida. Otra vez Matías se afana en detenerlos. Matías- ¡Tenéis que creerme! Debemos quedarnos un rato más. ¡No os arrepentiréis! ¡Os lo aseguro! ¡Aparecerá! Con nuestros teléfonos podremos grabarlo y después mandaríamos las imágenes a algún programa de misterio de esos de la tele. Nos sacaríamos un dinerito guapo. Os aseguro que un fantasma aparecerá esta noche en el cementerio. No puedo estar equivocado. Me he informado muy bien. Manolón- ¿Dónde? ¿En el periódico de los fantasmas? (Irónico) Matías- Lo he oído por ahí, pero es de buena tinta. (Se dirige a Nano) Espera, Nano, por favor, solo unos minutos más, solo diez. Ya verás. Tanto tú como yo saldremos ganando. ¡Te lo prometo! Nano- (Lo observa algo confundido) No sé muy bien qué te traes entre manos, pero o lo sueltas rapidito o nos largamos. Matías se lo piensa. Está nervioso. Quiere que se queden, pero no quiere contar mucho más. Así que se estruja las manos, mira de un lado a otro como buscando inspiración para convencerlos de que deben permanecer en el cementerio. Los otros lo observan extrañados y después se cruzan miradas intrigadas. Están en silencio a la espera de la declaración de Matías. Pero esta no se lleva a cabo. A punto estaba este de abrir la boca cuando escuchan unos golpes fuertes a los lejos. Los tres se sobresaltan. Matías sonríe. Matías- ¿Lo habéis oído? Manolón y Nano se miran y afirman con la cabeza, bastante asustados. Nano- ¿Qué ha sido eso? Matías- ¿Qué va a ser si no? ¡El fantasma ha hecho su aparición al fin! (Feliz) Manolón- (Susurrando temeroso) A mi me ha parecido que algo muy grande se caía. O se abría…. A lo mejor. Nano- ¿En qué estás pensado? Manolón- (Más asustado por momentos) Me recordaba al sonido de una caja de madera abriéndose. Nano- ¿Te refieres a un ataúd? Matías- ¡Eso, eso! El fantasma abandona el ataúd y comienza su recorrido macabro por el cementerio en busca de una presa jugosa con la que llenarse el vientre repleto de gusanos. No solo necesita alimento, también venganza por el injusto trato recibido en vida. El odio le carcome las entrañas y le impide detenerse. ¿No da lo bastante miedo? Los golpes se repiten. Son muy fuertes. Todos se miran. Nano y Manolón están evidentemente asustados. Matías- Ahora ya no tenéis escusa para largaros. El fantasma ya está aquí. Ya veis que no era una broma. Si desaparecéis ahora todos dirán que sois unos gallinas, unos cobardes. Manolón- ¿Todos? ¿Quiénes? ¡Lo dirás tú que eres un capullo y no sabes tener la boquita cerrada! Matías- Esto era un reto de valor, chaval y el que lo pasa es que tiene lo que hay que tener y el que sale corriendo con el rabo entre las piernas es que es un cagao y un cobarde. ¿Qué eres tú, Manolón? Yo creo que un cobardica. Manolón- (Furioso se lanza sobre Matías y lo sujeta por las solapas) Te vas a tragar tus palabras, mamón. Te voy a dar tu merecido. Después ya veremos quién es el cobarde y quién el valiente. Nano- (Corre a impedir la pelea) ¡Bueno dejadlo ya! (Se oye otro golpe seco, esto ayuda a que el conflicto se detenga) ¡Otra vez esos extraños ruidos! Matías- (Se saca de encima a Manolón y habla con Nano) ¿De verdad que no te come la curiosidad, Nano? Deberíamos ir a ver al fantasma. Manolón- ¿Y eso para qué? Matías- Ya te lo he dicho. Podemos hacer una peli y mandarla a algún programa esotérico de la tele. Seguro que nos dan una pasta por el primer testimonio fantasmal de la historia de la televisión. (A Nano) No me dirás que no te vendría bien un poco de pasta. Sé que llevas meses sin blanca por lo de tu padre. No te dejes arrastrar por ese cobarde y échale huevos. Manolón- (Intenta ir de nuevo contra Matías) ¡Es que te voy a machacar, tío! ¡Eres un memo! No quieres que se deje arrastrar por mí. Prefieres que se deje arrastrar por ti, ¿verdad? Nano- ¡Dejadlo de una vez! (A Manolón) ¿Qué te parece si vamos a echar un vistazo? Tanto golpe en plena noche me mosquea. Manolón- No deberíamos estar aquí. Nos vamos a meter en problemas y tú ya tienes bastantes sin esta estúpida excursión. Nano- Pero si Matías tiene razón y podemos grabar algo misterioso, tal vez podríamos sacarnos algo de pasta. También a ti te vendría bien. Manolón- No te irás a creer las chorradas de Matías. Matías- ¡Oye, chaval! Manolón- ¡Cierra el buzón que nadie está hablando contigo! (A Nano) Si nos pillan los seguratas del cementerio llamarán a la pasma y entonces sí que nos meteremos en un lío. A tu padre la dará un infarto. Bastante tiene con estar en el paro y desesperarse porque no encuentra empleo mientras se os van agotando los ahorros. Y está lo de tu madre. ¿Quieres darles un motivo más de preocupación y fastidiar más la economía familiar teniendo que pagarte a un abogado para te saque de chirona? Matías- ¡Será cenizo el gallina! Nada de eso va a pasar. ¡No nos pillarán y grabaremos una súperpeli! ¡Lo va a petar en YouTube! ¡Y le vamos a sacar pasta, mucha pasta! Qué es lo que realmente interesa. Manolón- (Le susurra a Nano) ¡Vámonos, por favor! ¡Es lo mejor! Los golpes se repiten. Los tres permanecen en silencio sobrecogidos por el miedo e intentando averiguar de dónde provienen los ruidos. Nano-(Alumbra con la linterna un rincón del escenario) Yo creo que vienen de ahí. (Musita) Es verdad que parece que alguien está partiendo madera. Manolón- (Susurrando) ¿Cómo abriendo ataúdes? Creo que ha llegado el momento de largarse. Te lo digo en serio. Matías- ¿De verdad no te pica la curiosidad? (A Nano) Me extraña en ti. Pensé que serías el primero en querer saber qué sucedía en el cementerio. Además llevas semanas quejándote de que no tienes ni para salir a tomar algo, que tus padres ya no pueden pasarte una paga y que ya no lo soportas más. Esta era una oportunidad que te venía que ni pintada. Si no fuera por el cobarde de Manolón... Es increíble que sea tan grande como acojonado. Manolón- (De nuevo se abalanza sobre Matías) ¡Ya me tienes harto! ¡Te vas a enterar! Los dos se enzarzan en una pelea que de súbito termina porque un nuevo golpe suena más fuerte que hasta ahora. Todos se sobresaltan asustados y se miran en silencio. Nano- (A Manolón) Algo raro está pasando en este cementerio. ¡Muy raro! Matías- ¡Por fin! ¡Ya era hora de que cayeses de la burra! Nano- (A Manolón) Tenemos que averiguar lo que está sucediendo en realidad. Manolón- ¿Al final te has tragado la historia del fantasma vengativo comedor de carne fresca? Nano- ¡Ni de coña! ¡Los fantasmas no existen! Matías- ¿Estás seguro? Nano- Completamente. Así que esos golpes no los provoca ningún cadáver, ni espectro ni fantasma. Alguien más está con nosotros en el cementerio y no me marcharé sin averiguar quién o quienes se esconden aquí y lo que están haciendo a estas horas de la noche deambulando entre la niebla. Matías- (Burlándose de Manolón) Así se habla. A los cobardicas ni los escuchamos. Manolón- (A Matías) ¡Eres un idiota de campeonato, chaval! (A Nano) ¿Y si son los seguratas los que hacen esos ruidos? ¡Nos van a pillar y nos la vamos a cargar! Los golpes se repiten. Los escuchan inquietos. Se miran nerviosos durante unos instantes. Nano- ¡Está decidido! Nos acercamos, echamos un vistazo y cuando sepamos lo que sucede nos largamos. Te lo prometo. (A Manolón) ¿Estás de acuerdo? Manolón- (Se lo piensa un instante y acepta a regañadientes) ¡Está bien! Vamos, pero tan pronto descubramos a los autores de los golpes nos largamos y regresamos a la fiesta con las chicas. ¿Me das tu palabra! Nano- ¡Hecho! (Chocan las palmas como gesto de acuerdo) Echamos un ojo y volvemos con las chicas. Matías-(Murmura molesto) ¡Las chicas, las chicas! Es que sin ellas no saben hacer nada. (En voz alta) ¿Qué, es para hoy o para mañana? Nano- Sí, vamos. Pongámonos en marcha. Hacia ahí (Señala con la linterna) Seguidme de cerca y no os separéis. Nano se pone en marcha linterna en mano dispuesto a salir del escenario. Matías- (A Manolón) Yo cerraré la marcha para que no te cagues de miedo. Yo defenderé la retaguardia. Manolón- ¡Olvídalo, idiota! Yo seré el último, quiero vigilarte de cerca, que me fío menos de ti que de ese fantasma vengativo del que tanto hablas. Matías- Tú mismo. Ya verás cuando sientas su mano helada y putrefacta en tu hombro. ¡Te vas a cagar pata abajo y yo me voy a descojonar de risa! Manolón- ¡Ya! Siguen a Nano en fila india hasta desaparecer de escena. El escenario se apaga. Vemos en el cementerio en penumbra y cubierto de niebla un cartel que reza: No pasar. Entran las chicas sigilosamente con las linternas en la mano. Primero Nini, con su súper linterna y cargada con su inmenso bolso, le sigue Lola y cierra la marcha Eva. Nini avanza hasta el letrero y se detiene. Nini- (Grita de repente sobresaltando a las chicas) ¡Horroroso! Lola- ¿Qué pasa ahora? Eva- (Aterrada) ¿Es el fantasma? ¡Lo sabía! (Entre diente) ¡Lógico que salga mal! Nini- ¡Sí! ¡Fiesta fantasma! ¡Horroroso! Lola- ¿Pero qué le pasa a esta tía? ¡Venga, Nini, concéntrate y dinos qué pasa! Nini-¡Mira! (Señala el cartel excitada) ¡Mira! ¡Mala suerte nosotras! ¡Fiesta fantasma tradicional privada! ¡Mala suerte nosotras! Eva- ¡No comprendo nada! ¿Qué dice esta tía? Lola- (Ya relajada) No pasa nada. ¡Tranqui! Solo es por el letrero. Cree que es por la fiesta esa “fantasma tradicional” que se le ha metido entre ceja y ceja. Nini- (Con gesto desolado) Nini no tener entrada. ¿Tener vosotras entrada fiesta fantasma tradicional? ¡Mucho divertida! ¡Nini divertida! ¡Nini en fiesta fantasma…! Lola- ¡Ya! No sigas, lo pillamos. Que quieres ir a la fiesta fantasma tradicional. ¡Todo claro! No te esfuerces más que eso sí que da miedo. Eva- ¡Hasta aquí hemos llegado! Ha estado bien, pero como dice ese cartelito, no podemos pasar, así que lo más sensato es retroceder y regresar a la fiesta. Esa sí que era divertida, no este terrible cementerio. Entonces se escuchan los golpes con fuerza, como si estuviesen muy cerca. Las tres se sobresaltan. Eva y Lola se miran preocupadas. Nini las mira sonriendo de oreja a oreja. Nini- ¡Cerca la fantasma fiesta tradicional! ¡Muy cerca! ¡Marchosa! ¡Pero sin entrada! ¡Nini sin entrada! (Levanta los brazos desilusionada por no disponer de invitación). Eva- ¿Has oído esos terribles golpes? Nini tiene razón, están muy cerca, demasiado. (Asustada) Lola- Sí que están cerca sí. (También preocupada murmura.) ¿Tú crees que serán los chicos? Eva- Pues eso espero. La alternativa es que sea el fantasma. Nini- ¡Sí, súper fiesta tradicional….! Lola- ¡Qué sí, mujer, fiesta fantasma tradicional! (Entre dientes) A ver si paras de una vez. Eva-(Se escuchan de nuevo los golpes) ¿Pero qué demonios pueden estar haciendo? ¡No lo entiendo, de verdad! Pero yendo con ellos Matías, seguro que se han metido en un lío gordo, te lo digo yo. Lola-¿Acaso quieres meterme miedo con el fantasma? Eva- Yo no he hablado nada del fantasma. Me refiero a los chanchullos típicos de Matías. ¡Pero si va de lío en lío! No sé en cuál se habrá metido ahora, pero te aseguro que será gordo y lo peor es Nano. Lola- ¿Nano? ¿Por qué lo dices? Eva- Porque tu primo se va a meter en problemas graves por su culpa. Lo veo venir. Y nosotras también. Ese Matías no trae más que disgustos. Lola- Creo que te estás pasando. Tampoco la cosa es para tanto. Es un chico rebelde sí, pero eso tampoco es para echarle los perros, ¿no crees? Eva- Me preocupa tu primo. Bueno, tu también me preocupas. Lola- ¡Vaya, qué amable! (Irónica) Pero primero te preocupa más Nano. ¿Por qué será? Eva- Ya te he dicho que no me vengas con esas. Qué yo estoy aquí para que no te pase nada y no persiguiendo a un tío. Y no te va a pasar nada, mientras esté a tu lado. Pero lo de Nano es diferente. No tiene a nadie que mire por él y está pasando por un mal momento. Lola- ¡Qué considerada te has vuelto de repente! Pues que se acostumbre a estar tieso como los demás. El resto de los mortales vivíamos sin Ipad y la última videoconsola, sin ropa de marca y sin las zapatillas de moda y no nos moríamos. No te veo tan comprensiva con Matías. A él lo juzgas bien duramente, chica. Eva- Es que Matías no tiene una madre enferma. Eso es muy duro. Además no me gusta nada y no entiendo porque estás loca por él. Lola- Tampoco es eso. ¡Loca por él! ¡Siempre exagerando! Eva- ¡Anda ya! ¡Qué se te ve el plumero! Tendrías que verte los ojillos de cordero degollado que se te ponen cuando lo ves. ¡Si casi te derrites! Lola-¡Te pases tres pueblos! Me gusta, sí. No lo voy a negar, pero no es para tanto, bonita. Yo tampoco quiero ser de esas que no saben tomar decisiones si no hay un chico al lado que lo supervise todo. Soy una persona inteligente. Eva- ¡Pues a veces no lo parece! Reconoce que si no fuese por él no estaríamos aquí esta noche. Y esto me da muy mala espina. No sé que se trae entre manos para haber arrastrado a Nano esta noche hasta el cementerio, pero me temo lo peor. Lola- ¡Ya! Ahora me vas a soltar que se ha compinchado con los fantasmas del cementerio para devorar a tu querido Nano. ¡Pobrecito, Nano! ¡Qué miedo esos fantasmas que comen niños buenos! Eva- Me da más miedo Matías que los fantasmas. Los golpes suenan otra vez con más fuerza todavía. Nini- ¡Fiesta! ¡Fiesta! ¡Fiesta fantasmal! ¿Nosotras no ir a fiesta fantasmal y tradicional? Eva- ¡No! Regresamos por donde hemos venido. ¡Sin fiesta y sin fantasmas! Nini- (Desilusionada) ¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhh! Nini gustaba fiesta. Ohhhhhhhhhhhh, pobre Nini. ¡Pobre Nini! Lola- ¡Venga, no te pongas así! Ahora que ya hemos llegado hasta aquí, podíamos saludarlos antes de regresar a la fiesta de verdad. ¿Qué te parece? ¡Solo un ratito! Nos acercamos, vemos lo que están haciendo, los saludamos y regresamos enseguida. ¿Qué me dices? ¡Solo será un momento! Ahora no tendría sentido retroceder sin haberlos saludado al menos. Eva- No sé. Lola- ¡No seas aguafiestas, mujer! Mira a Nini. Está como loca por asistir a la fiesta del fantasma. Eva- Sabes que no se entera de nada. Se cree que en España solo vamos de fiesta en fiesta todo el día. Tiene gracia. Es lo que les gusta de España y también es de lo que más se quejan. Ya son raritos estos alemanes. Lola- Es buena chica, Nini. No la vamos a defraudar. Es nuestra responsabilidad. Nosotras tenemos que entretenerla y lo está pasando bien, muy bien. No sería plan fastidiarle la ilusión. Eva- Bueno, me dejo convencer solo para que cuando ella misma vea que no hay fiesta y tú veas que Matías está haciendo una de las suyas, nos larguemos por donde hemos venido sin más pretextos. Lola- ¡Vale, de acuerdo! Te prometo que lo veo y nos vamos. ¿Estás conforme así? Eva- ¡Qué remedio! Aunque ya sabes lo que pienso de él. Matías cuanto más lejos mejor. Lola- ¡Ya vale de sermones! Ya te he dado la razón. ¿Qué más quieres? Eva- (A Nini) ¡Vamos pues a tu fiesta fantasma tradicional! Nini- ¿Tu invitación también para Nini? Lola- ¡Tranqui, chica, que la invitación la tengo yo! (Se pone a la cabeza de la expedición situándose frente al letrero. Lo coge y lo tira al suelo) ¡Ya está! ¡Las tres estamos invitadas a la fiesta! Eva- (Molesta) ¿No podías haber dejado el cartel en su sitio? Es que este Matías te va a convertir en una delincuente. Lola- Y a ti en una aguafiestas profesional. Pero no quiero discutir más contigo. Vamos y terminemos cuanto antes. Pero entonces oyen otros ruidos que provienen del otro lado del escenario. Todas se vuelven en dirección contraria al cartel. Suenan claramente unos pasos. Lola- ¡Son ellos! ¡Los chicos! ¡Mi Matías! Eva- (Se gira hacia donde estaba el letrero) Si por ahí estaban los chicos, (Se gira hacia el otro lado) ¿De quién son entonces esos pasos? ¡Tiene que ser él! ¡El fantasma! Nini- ¿Otra fiesta fantasma? ¿Dos? ¡Genial, fiestas fantasmas varias, genial! Lola- ¡De prisa! ¡Apagad las linternas! ¡Tenemos que escondernos! No pueden vernos todavía. Eva- ¡Sí, sí, escondámonos! (Musita) ¡El fantasma no puede descubrirnos! ¡No! Tanto Lola como Eva apagan las linternas y se esconde cada una de ellas tras una lápida diferente. Cuando ya están ocultas se asoman esperando a ver los causantes de los pasos y ruidos que se aproximan. Pero solo ven a Nini que permanece en pie sonriente con su súper farol y su enorme bolso en la mano. Eva- (Susurra) ¡Escóndete, Nini! ¡Cuerpo a tierra! ¡Esta chica no se entera de nada! Nini ni se inmuta y los pasos están cada vez más cercanos. Lola- ¡Qué te escondas, tía! ¡Al suelo! Nini- ¿Fiesta fantasma en suelo? Confuso, ¿no? Eva- ¡Nos va volver locas! ¡Qué se oculte de una vez o nos van a descubrir por su culpa! ¡Al suelo! ¡Qué te tires al suelo! Nini- ¿Qué tiene miedo? ¡No miedo! Eva- ¡Nooooooooooooo! Miedo, no. Suelo, suelo, que te tires al suelo. (Desesperada) ¡Es imposible! Los pasos están a punto de irrumpir en escena. A Lola no le queda más remedio que salir de su escondrijo, saltar sobre Nini y su farol y arrastrarlos a ambos hasta una lápida. La obliga a inclinarse y le apaga el farol. Lola-¡Quédate aquí completamente quieta y completamente callada! (Le susurra) ¿Lo pillas? ¿Me has entendido? Nini- (Hablando en voz alta) Totalmente coqueta y totalmente tapada (Saca una careta del súper bolso y se la pone sonriente). ¡Claro, clarísimo! Lola- ¡Ptss! ¡Qué cierres el pico! ¡Silencio! Nini- ¡Ah! ¡Pts! ¡Silencio! ¡Entiendo silencio! (Dice tapándose la boca con las manos) Lola- (Aliviada) Pues menos mal. Eso mismo. Calladita y sin moverte. Lola corre a toda velocidad a resguardarse en el lugar que había elegido. www.librototal.net Noche de difuntos Por Mila Oya |
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