La Envidia

La colección de Microteatro Sentimientos consta de varias pequeñas piezas para trabajar en el ámbito escolar los sentimientos. Un punto de partida para la reflexión en grupo con el fin de identificar, analizar y canalizar los sentimientos, como forma de buscar la paz del grupo y el crecimiento personal. Esta pequeña obra nos acerca al sentimiento de la envidia.

•Personajes:

Enano: Joven estudiante.
Ismael El Loco: Joven conflictivo.
Laura: Hermana de un amigo de Enano.
Novia del Loco: Chica joven.
Chavales: Compinches de El Loco.

La Envidia
POR MILA OYA

Escena única

Sentados formando un círculo, sorteamos los personajes. Aquellos a los que les haya correspondido actuar se levantan con el texto en la mano y procederán a la representación, o lectura, rodeados por el resto. ¡Comienza la acción!

Enano está agachado introduciendo los libros en la mochila, cuando se aproximan a él Ismael El Loco con su nueva novia colgada de su cuello y un par de compinches.

El Loco: ¡Hombre! ¡Mira a quién tenemos aquí! ¡Al Enano! (Se acerca y le propina una colleja en la nuca. Enano encaja el golpe en silencio y sigue intentando llenar la mochila a toda prisa) ¿Dónde está tu “amiguito del alma” Pedro? (Sarcástico) Pensé que erais siameses y no os podíais separar. Siempre juntitos, con vuestros secretitos. ¡Jua, jua! (El Loco lanza una mirada aviesa tanto a novia como a compinches y fuerza a todos a reirle la gracia)
Enano-(Musita sin dejar de recoger) Hoy no ha venido.

El Loco deambula alrededor de Enano que nervioso no consigue meter todos sus objetos en la mochila. El Loco levanta la pierna y golpea el brazo de Enano. Los libros se caen al suelo y Enano se afana en recogerlos. El Loco se ríe con estruendo. Mira a los demás y estos ríen también.

El Loco-¿Qué te pasa? ¿Estás nervioso? Se te caen los libros de las manos. ¡Jua, jua! (Otra mirada del Loco y otra vez coro de risas forzadas) A ver qué tienes por ahí para mí.
Enano- (Por fin termina de llenar la mochila y se pone rápidamente en pie, cabeza gacha) No tengo nada (Casi susurra)
El Loco- (Con una sonrisa maléfica) ¡No te lo creo! Seguro que tu “mamá” te ha preparado un súper bocata cañón, como siempre. ¡No se olvida un día, de su hijito preferido! Y por supuesto, me lo voy a comer yo. ¡Jua, jua! (El coro de cómplices y la novia no son suficientemente rápidos en reírse y El Loco se vuelve contra ellos) ¿Qué os pasa? ¿Es que estáis sordos? ¡He dicho que me voy a comer el bocata que a este tío le hace su madre todas las mañanas, sin olvidarse de una! ¡Jua! (Ahora todos se ríen)
Enano- (Apretando los dientes, con la cabeza gacha y la mochila en la mano, murmura) Hoy no me ha hecho ningún bocadillo.
El Loco: ¡Venga, ya! ¡No me lo creo! (Burlándose) Siempre tan “repeinao”, tan arregladito, con ropa nueva y todas tus cosas nuevas. Seguro que tu mamaíta siempre está pendiente de ti y no te dejaría sin comer. ¿Cómo iba a dejar a su “nenito” sin su rico bocadillo? ¡Jua! (Ahora todos lo corearon sin necesidad de mirada aviesa)
Enano- (Musita sin moverse) Me ha dado fruta.
El Loco- ¡Jope, tío! ¿Fruta? ¡Qué mierda es eso! ¿Es que ahora tu madre quiere matarte? ¡Jua, jua, jua, jua! (Todos se lanzan a corear la risa y El Loco los corta) ¡Callaos, idiotas! ¡No me interrumpáis! (Aparta a la novia con un empujón y le arrancha la mochila a Enano de las manos) ¡Trae aquí!

El Loco comienza a tirar todos los libros al suelo hasta que encuentra la fiambrera. Enano se agacha afanándose en recoger los objetos tirados por el suelo. El Loco con un pie lo empuja y lo tira.

El Loco: (Con la fiambrera en la mano, tira también la mochila al suelo) ¡Quieto, Enano! ¡Deja todo donde está! (Enano se queda paralizado en el suelo. El Loco se vuelve a los demás satisfecho) ¿No os había dicho que a este lo tienen muy bien cuidado? Estaba claro que traía de “papear”. A este Enano no le falta de nada. ¡Ja! Mejor dicho: Es a mí al que no le va a faltar de nada. ¡Ja! (El grupo comienza a reír y él los corta en seco) ¡Callaos de una vez, que no sabéis nada más que dar la vara! (Al fin abre la fiambrera y encuentra la fruta) ¿Qué mierda es esto?
Enano: (Musita levantándose lentamente, dejando sus cosas esparcidas por el suelo) Es fruta, ya te lo dije.
El Loco: (Le suelta otra colleja en la nuca) ¿Te crees muy gracioso? ¿Te crees que soy idiota? ¡Ya veo que es fruta! ¿Dónde está el bocata? ¿A caso tu “mamaíta” ya no quiere cuidar de su “niñito” y le manda esta mierda al colegio?
Enano: (Musita sin moverse y con la cabeza gacha) La fruta es sana… aunque no le gusta a todo el mundo.
El Loco: ¡Jua, jua, jua! (Le lanza otra colleja que Enano encaja en silencio y sin moverse) ¿Te crees muy listo? ¿Pensabas que trayendo comida para vacas te ibas a librar de mí? ¡La has “cagao”, Enano! Desde luego, no pienso comerme esta mierda. (Tira la fruta y se agacha para recoger la mochila) Pero me llevaré tu teléfono. Seguro que tus “papaítos” también te habrán comprado un aparato de la leche. ¡Nunca te falta de nada! ¡Hasta tienes un “amiguito del alma”! ¡Jua! (El coro estalla en carcajadas, mientras El Loco revuelve la mochila hasta que la vacía por completo dejándolo todo tirado por el suelo)
Enano: No tengo teléfono. (Murmura)