La colección de Microteatro Sentimientos consta de varias pequeñas piezas para trabajar en el ámbito escolar los sentimientos. Un punto de partida para la reflexión en grupo con el fin de identificar, analizar y canalizar los sentimientos, como forma de buscar la paz del grupo y el crecimiento personal. Esta pequeña obra nos acerca al sentimiento del enfado.
•Personajes:
Enano: Joven estudiante.
Susi: Compañera de Clase.
Pedro: Amigo de Enano.
El Enfado
POR MILA OYA
Escena única
Sentados formando un círculo, sorteamos los personajes. Aquellos a los que les haya correspondido actuar se levantan con el texto en la mano y procederán a la representación, o lectura, rodeados por el resto.
¡Comienza la acción!
La jornada escolar ha terminado. Susi y Enano tropiezan “casualmente” al salir de clase. Ambos están nerviosos y algo desconcertados. Se miran unos instantes sin que ninguno se atreva a entablar conversación. Al fin Susi da el primer paso.
Susi: ¡Hola, Luis!
Enano: (Murmura tímidamente) ¡Hola, Susi!
Susi: Qué rollo de clase, ¿verdad? Este profesor es capaz de dormir hasta a Isma El Loco.
Enano: (Haciendo un gran esfuerzo sigue la conversación) Sí, tiene un tono de voz aburridísimo. Cuesta no quedarse dormido. Bueno, al menos, a mi me cuesta.
Susi: ¡Claro, claro! Y a mí. No dejaba de mirar el reloj para ver cuándo terminaba.
Enano: Sí, sí. Yo también.
Se hace otro pequeño silencio incómodo. Ambos se miran. Enano se frota las manos nervioso y se coloca el flequillo con insistencia.
Susi: (Rompe de nuevo el hielo) Al menos todo este rollo se ha acabado por hoy. ¡Ya somos libres!
Enano: Sí, sí. Ya somos libres. (Y sonríe tímidamente sin saber cómo continuar la conversación)
Susi: (Se lanza a hablar para que el silencio no se alargue de nuevo entre ellos) A lo mejor estás libre esta tarde.
Enano: No. Quiero decir: no estoy ocupado. Es decir, sí, no tengo nada que hacer. Quiero decir que sí, estoy libre. (Insiste nervioso en colocarse el flequillo con la mano, algo avergonzado por sus titubeos)
Susi: (Sonríe) ¡Qué bien! Yo también estoy libre o tampoco estoy ocupada. (Sonríe) Como prefieras.
Enano: (Sin saber muy bien que decir y titubeando) ¡Qué suerte! Y qué, qué, qué coincidencia más buena. ¿No? Los dos sin el más mínimo plan para esta tarde. ¡Qué, qué bueno. ¡Qué, qué, qué bien!
Susi: ¡Sí, suena genial! (Sonriendo) Podríamos vernos en la tienda de cómics. ¿Qué te parece? Ha salido un nuevo número de la serie de Saga y estoy como loca por echarle un vistazo.
Enano: (Fascinado) ¿También te gusta Saga? (Susi asiente con la cabeza) ¡Otra casualidad genial! A mi me encanta.
Susi: Dicen que el número nuevo es el mejor hasta el momento.
Enano: (Mirándola embelesado) ¿Sí? ¡Ah! ¡Qué bien! Yo… A mi….Quiero decir que…
Los nervios de Enano le impiden terminar la frase. En ese instante irrumpe corriendo Pedro y empuja a su amigo Enano. Le propina una suave colleja y comienza hablar sin percatarse de que acaba de interrumpir una conversación importante.
Pedro: ¡Al fin te encuentro, Enano! ¡Ya era hora! ¡Estoy como loco por largarme de aquí! ¿Dónde demonios te habías metido? Tenemos que salir pitando antes de que Isma El Loco nos intercepte y comience a zurrarnos. ¡Vamos justos de tiempo! Y no olvides que esta tarde tenemos plan. ¡Sale el último número de Saga! ¡No me lo pierdo por nada del mundo!
Enano: (La expresión de su rostro ha cambiado radicalmente. Aprieta los dientes molesto y mira fijamente a Susi) Qué hay, Pedro. (Murmura)
Pedro: (Se sorprende de la escueta respuesta y por primera vez mira a Susi) ¡Hola, Susi! Perdona, ¿interrumpo algo? (Enano mira hacia el suelo)
Susi: ¡Hola, Pedro! No interrumpes nada. Solo chalábamos. Bueno, yo ya me voy. (Mira a Enano) ¡Chao a los dos! ¡Nos vemos, Luis!
Enano: (Levanta la mirada de inmediato y responde nervioso) ¡Sí! ¡Chao, nos vemos! ¡Nos vemos!
Pedro: ¡Adiós, Susi! (A Enano) ¡Venga, larguémonos antes de que El Loco y sus secuaces nos pillen! He tardado siglos en encontrarte. Habíamos quedado en la puerta del patio.
Enano: (Musita) Ya.
Pedro: ¡Vamos!
Enano: (Murmura) Sí.
Ambos amigos caminan de vuelta a casa. Pedro mantiene la conversación. Enano no habla apenas.
